Un tipo toma un taxi y le dice al chófer:
- Señor, por favor apaguese el radio, ya que mi religión no me
permite escuchar música porque en el tiempo del profeta no había música ni
radio.
El taxista, lo ve medio enojado y apaga el radio, prende un
cigarro,y el tipo, le toca el hombro:
- Señor, por favor apague el cigarrillo, mi religión no tiene
vicios, ya que el profeta no tenía ningún vicio.
El taxista enojado detiene el auto, se baja y abre la puerta del
pasajero… El tipo intrigado, le pregunta:
- ¡Oiga! ¿Qué hace usted?
- Bájese del taxi, en el tiempo de tu profeta no habían taxis,
¡así que se baja de mi auto y espera un camello