Las primeras lluvias del otoño hacen sonreír a los que gustan de las setas,
un alimento sanísimo y lleno de sabor, muy apreciado en gastronomía. En este
breve consejo gastronómico hablaremos de setas y hongos, de cómo recogerlas,
limpiarlas y cocinarlas, así que leedlo con atención que puede seros muy útil.
Las setas son el fruto y el órgano sexual de los hongos, que son unas redes de
fibras subterráneas. Los hongos constituyen un reino independiente de la naturaleza,
como los animales, vegetales y minerales. Concretamente, este reino se denomina
reino Fungi, y es uno de los más importantes para el equilibrio de los
ecosistemas en los montes.
Para recoger setas es importante llevar una navajita, para no dañar el hongo
que está bajo ellas, siendo conveniente cortarlas dejando un poco de pie. Como
hay muchas setas tóxicas, solamente deberemos coger aquellas que conozcamos
perfectamente y en caso de llevarnos alguna de la que no estemos seguros,
ponerla aparte de las demás para que no se nos mezclen. Después, podremos
consultar con un entendido o comprobar la seta en internet o en algún servicio
administrativo que nos oriente al respecto.
Es importante llevar una cesta mejor que una bolsa, para que las setas lleguen
en buen estado sin haberse llenado de humedad. Por otro lado, no es conveniente
recoger más setas de las que se vayan a consumir, ya que las setas no se
conservan bien y no es ecológico coger de más para luego tener que tirarlas.
Mejor dejarlas para el siguiente aficionado.
Si no las recoges en el campo, puedes encontrarlas durante la temporada en los
supermercados y fruterías, y además los profesionales nos podrán explicar
cuáles son sus mejores usos. Si estamos fuera de temporada, también
encontraremos setas de cultivo frescas y en otras presentaciones en las
secciones de deshidratados, conservas o congelados, por lo que podremos
consumirlas durante todo el año.
Para limpiarlas de la tierra, es preferible usar un cepillo, para así no
mojarlas. En su caso también se puede usar un papel de cocina húmedo y frotar
con ellas el sombrero y el pie de la seta, pero no la parte bajo el sombrero
donde están las láminas, ya que se deterioran casi con mirarlas.
En cuanto a la forma de cocinarlas, dependerá de la variedad, pero la mayoría
de las setas son idóneas para cocinar a la plancha, salteadas o en revueltos.
Algunas variedades más consistentes como el níscalo pueden ser también
cocinadas en guisos o largas cocciones sin perder su forma ni deshacerse. Ahora
que es temporada, es el momento de disfrutar con este delicioso manjar de
otoño.
Si no las recoges en el campo, puedes encontrarlas durante la temporada en los
supermercados y fruterías, y además los profesionales nos podrán explicar
cuáles son sus mejores usos. Si estamos fuera de temporada, también
encontraremos setas de cultivo frescas y en otras presentaciones en las
secciones de deshidratados, conservas o congelados, por lo que podremos
consumirlas durante todo el año.
Para limpiarlas de la tierra, es preferible usar un cepillo, para así no
mojarlas. En su caso también se puede usar un papel de cocina húmedo y frotar
con ellas el sombrero y el pie de la seta, pero no la parte bajo el sombrero
donde están las láminas, ya que se deterioran casi con mirarlas.
