La alcachofa
utilizada para consumo es la flor aún no madura de la planta de alcachofa, su
nombre científico es Cynara scolymus y probablemente es uno de los más antiguos
vegetales cultivados en la historia de la humanidad. Se piensa que las
alcachofas se originaron en el Mediterráneo, y están muy ligadas a la cultura
del antiguo Egipto ya que se han encontrado escritos en los que la alcachofa
simbolizaba fertilidad y sacrificio.
Los antiguos griegos
y romanos utilizaban las propiedades de la alcachofa como un remedio para los
problemas digestivos, y desde esos tiempos no ha dejado de utilizarse para
producir beneficios a la salud. Aunque no fue sino hasta el siglo XX cuando el
vegetal cobró gran popularidad y se convirtió en un alimento delicioso y
apreciado por sus cualidades medicinales.
Una alcachofa
promedio mide aproximadamente entre 6 y 10 centímetros de diámetro y pesa
aproximadamente 150 g. Cuando la planta de la alcachofa florea, los pétalos de
sus flores son de color morado y los tallos que sostienen a las flores pueden
crecer hasta una altura de 90 cm.
Para qué sirve la
alcachofa
Hay distintas
maneras de deleitarse con la alcachofa. Algunas personas prefieren el centro de
la verdura, pero son las hojas las que poseen más propiedades benéficas. Por lo
tanto, la mejor idea es consumir la alcachofa entera.
Usos de la
alcachofa: prevenir el cáncer
La alcachofa posee
distintos antioxidantes como quercetina, rutina, cinarina, luteolina,
antocianinas y antioxidantes cuyas propiedades han demostrado ser efectivos
para prevenir y controlar algunos tipos de cáncer como el de próstata, el de
mama y la leucemia. Unos de estos antioxidantes, por ejemplo la quercetina y la
rutina, inducen la muerte celular y ello puede reducir la proliferación de
células cancerígenas.
Usos de la
alcachofa: sus vitaminas
Uno de los mas
conocidos beneficios de la alcachofa es su alto contenido en vitaminas C,
vitamina K y vitamina B9 (ácido fólico). Una alcachofa fresca proporciona el
17% de la ingesta diaria recomendada de ácido fólico. Éste actúa como un
asistente de las enzimas que se encargan de la síntesis del ADN. Algunos
estudios han demostrado que consumir niveles adecuados de ácido fólico antes de
concebir un hijo y durante la primera etapa del embarazo reduce las
probabilidades de que el bebé desarrolle ciertos defectos en el tubo neural.
La vitamina C es un
antioxidante que ayuda a que el cuerpo desarrolle defensas contra los agentes
infecciosos, además de que combate los radicales libres en el cuerpo que
inducen los procesos inflamatorios. Una alcachofa proporciona cerca del 20% de
la ingesta recomendada de esta vitamina.
Y es la alcachofa
una de las mejores fuentes de vitamina K. Esta vitamina tiene una función
fundamental en la salud de los huesos ya que estimula la actividad de formación
de éstos. Una dieta con niveles de vitamina K adecuados reduce el daño neuronal
en el cerebro, lo cual puede ser un gran beneficio para los individuos que
sufren de Alzhaimer.
Otros beneficios de
la alcachofa
La cinarina es un
fitonutriente que ha hecho crecer el interés entre los expertos debido a su
habilidad por reducir el colesterol, beneficiar a la salud y el funcionamiento
del hígado y por incrementar la producción de bilis y evitar los cálculos
biliares. Concentraciones adecuadas de bilis ayudan a digerir las grasas y a
absorber las vitaminas de los alimentos. Además, al reducir el colesterol y con
ello los niveles de triglicéridos, la salud del corazón se ve beneficiada.
Contraindicaciones
de la alcachofa
Como alimento, la
alcachofa no representa ningún riesgo cuando se consume en cantidades
adecuadas. Algunas personas pueden presentar efectos secundarios tras el
consumo de alcachofa, como producción de gases y reacciones alérgicas.
Es probable que las
personas que sufren de obstrucciones en las vías biliares presenten
complicaciones al consumir alcachofa puesto que ésta incrementa el flujo de
bilis. Las personas con cálculos biliares pueden sufrir problemas similares por
dicho efecto de la alcachofa.