Va un viejito al médico y le dice:
- Doctor, estoy preocupado porque tengo 100 años y todavía ando persiguiendo muchachas.
- Pues eso sí que es un caso insólito, pero dígame en qué quiere que le ayude, qué es lo que le preocupa de eso.
- Pues que las ando persiguiendo pero ya no me acuerdo para qué.
Envejecer es parte de la naturaleza humana, pero hacerlo de la mejor manera posible es nuestra responsabilidad. Las intervenciones estéticas pueden ayudar a mejorar la apariencia, pero si lo que queremos es combatir la degeneración y muerte que provocan los radicales libres en las células debemos cuidarnos por dentro. ¿Cómo? Pues añadiendo a la dieta alimentos ricos en antioxidantes.
En esta ocasión lo sano no está reñido con lo sabroso y podemos encontrar esta fuente de juventud «sobre todo en el chocolate negro, las alubias y los frutos secos, especialmente en las nueces», asegura a ABC.es el doctor Joe Vinson, profesor de Química en la Universidad de Scranton (EE.UU.) y reconocido experto en el efecto de los antioxidantes en la salud.
En una dieta equilibrada, el consumo de alimentos ricos en polifenoles, los antioxidantes más populares, puede ayudar a proteger de ciertas enfermedades crónicas relacionadas con la edad, «incluso de las dolencias cardíacas, neurológicas y el cáncer, gracias a su capacidad para controlar los radicales libres», afirma el investigador.
Entre los alimentos con mayor poder antioxidante, el doctor Vinson recomienda los frutos secos porque «son ricos en fibra, tienen bajos niveles de grasas saturadas y un alto contenido de grasas insaturadas beneficiosas».
De hecho, el experto llevó a cabo un estudio, que ha presentado en la 5ª Conferencia Internacional sobre Polifenoles y Salud en Sitges (Barcelona), en el que analizó nueve tipos distintos de frutos secos para descubrir cuál de ellos era el más rico en antioxidantes: nueces, almendras, cacahuetes, pistachos, nueces de Brasil, avellanas, anacardos, macadamias y pecanas. ¿El resultado? Las nueces son las que demostraron el mayor poder y calidad contra los radicales libres. Un puñado de ellas dobla la capacidad antioxidante que la misma cantidad en el resto de frutos secos.