O Carallo 29 tiene un origen histórico que se remonta ya a los tiempos de la Restauración, momento en el que el artículo 29 de la Ley Electoral proclamaba automáticamente ganador de las elecciones a un candidato cuando era el único que se presentaba en un distrito electoral y sin necesidad de celebrar las votaciones.
Motivo por el cuál se hacía todo lo posible, legal o ilegalmente, por lograr el candidato único y la consecuente aplicación del artículo en cuestión.
Razón por la que los gallegos, que vivieron en primera persona el caciquismo de la época, bautizaron el artículo con tal expresión, con las connotaciones mencionadas ya anteriormente.
Son expresiones típicas en cualquier idioma, en cada uno, con su forma característica. Pero aquí la peculiaridad viene dada porque en Galicia si existe el tal 'Carallo 29' en un cruce de calles de Santiago de Compostela:
'O carallo 29' está en el número 29 de la Rúa Travesa. Realmente está en el número 9 de la Rúa de San Bieito, calle perpendicular a la Rúa Travesa, que, aunque acaba en el número 27, si continuase nos encontraríamos en el 29 con una piedra con forma de carallo (de pene).
Son expresiones típicas en cualquier idioma, en cada uno, con su forma característica. Pero aquí la peculiaridad viene dada porque en Galicia si existe el tal 'Carallo 29' en un cruce de calles de Santiago de Compostela:
'O carallo 29' está en el número 29 de la Rúa Travesa. Realmente está en el número 9 de la Rúa de San Bieito, calle perpendicular a la Rúa Travesa, que, aunque acaba en el número 27, si continuase nos encontraríamos en el 29 con una piedra con forma de carallo (de pene).