Esta caída de más hojas durante estos últimos años puede afectar, a su vez, a las dinámicas del cambio climático. Los bosques que han incrementado el porcentaje de superficie defoliada verán reducida su capacidad y eficiencia en los procesos de fijación de carbono. Un tercio de las emisiones generadas por la actividad humana son captadas y retenidas por los bosques. Sin embargo, durante los últimos años, algunos estudios han constatado una reducción progresiva en la capacidad de los bosques para retener carbono y las sequías sufridas son una de las causas principales.

Otro efecto que puede provocar la pérdida prematura de las hojas de los árboles del sur de Europa es atenuar la temperatura de los bosques durante los periodos de sequía y los golpes de calor estivales. Cuando el agua se evapora desde los árboles, reduce la temperatura ambiental y disminuye los golpes de calor.
El incremento de las sequías afecta, así mismo, a las comunidades de hongos y animales que dependen de los árboles para su alimentación, lo que los puede llevar al colapso por falta de alimento. Este tipo de colapsos se producen simultáneamente y a gran escala y, según los investigadores, pueden afectar seriamente el riesgo de extinción de numerosas especies endémicas, raras y protegidas que habitan específicamente a la cuenca mediterránea.
Los bosques del sur de Europa pierden más hojas