Un abuelo millonario, de más 90 años, acude a consulta de su médico
absolutamente entusiasmado porque dice que ha dejado embarazada a su
joven amante.
El doctor le mira incrédulo y empieza a hablar:
- Verá usted, sabe que yo soy muy aficionado a la caza ¿Verdad?
- Pues sí doctor, lo sé.
-
Resulta que una mañana, tenía todo preparado para salir a cazar osos,
pero en vez de la escopeta, me equivoqué y me llevé el paraguas.
Al
cabo de varias horas de búsqueda apareció el oso más grande que jamás
haya visto lanzándose hacía mi con la firme intención de devorarme. Sin
miedo alguno, tomé con firmeza el paraguas y disparé repetidas veces
hasta que el oso gigante cayó fulminado a mis pies.
- Pero... eso no puede ser.
- ¡A ese punto quería llegar yo...!