Un señor llega al confesionario y le dice al sacerdote:
- Padre, estoy saliendo con la esposa de mi mejor amigo.
- Bueno, deje de hacerlo y rece 5 rosarios y una salve.
- Pero Padre yo no sé rezar… es más, ni siquiera soy católico.
- ¿Entonces para que viene a la Iglesia?
- Coño Padre, la verdad es que estoy tan contento que se lo tenía que contar a alguien.