11 de junio de 2012

Dos tipos de vejez

En las personas mayores puede identificarse dos formas de recorrer la vejez, una es la pasiva en la cual la persona acepta el rol impuesto por la cultura y se queda inmóvil ante los cambios, no les hace ningún cuestionamiento, se circunscribe a una pequeña área que no le provoca ningún tipo de desafío y de esta forma va perdiendo la identidad.
La segunda forma de transitar la vejez es de manera activa, es comenzar en la búsqueda de alternativas, para evitar el achicamiento del universo, aceptar los cambios pero no recortando los lazos.
Es hacerse cargo de sus limitaciones pero desplegando sus potencialidades, manteniendo de esta manera la continuidad identitaria con proyectos que lo motivan a ir por más logros, logrando conservarse como sujeto deseante.
La primera forma crea la adquisición de un envejecimiento patológico, la segunda la de un envejecimiento saludable.
En el envejecimiento activo el sujeto se desplaza hacia lugares inéditos, donde es capaz de jugar con las alternativas disponibles, trata de explorar cosas novedosas y mantiene las viejas que le brindan placer. Construye puentes hacia la salud, este es un arduo trabajo, que deberá comenzar mucho antes de sentirse viejo.